Mati Tapia
Ser papá en pandemia ha conllevado para mí un sinfín de sentimientos encontrados.
Desde el punto de partida al enterarme el día 9 de marzo del 2020, al inicio de la pandemia que sería papá y pasándome un montón de rollos hasta el día de hoy que escribo esta columna.
Sin duda no ha sido fácil, no tanto por la tarea de ser papá, si no que por la restricción que nos ha puesto esta pandemia y el temor de contagiarnos. Además del susto que pasamos en el nacimiento de Santi, porque fue sumar una preocupación y una pena muy grande pero que menos mal quedó sólo ahí: sólo un susto.
He tenido que aprender a ser papá y compatibilizar el trabajo a la vez, dándole su comida mientras se activa un pack inmobiliario o de auto, estar en reu mientras lo tengo en brazos durmiendo, y un sinfín de situaciones que a la larga más que ser algo incómodo llega a ser algo que me llena el alma de una alegría que no puedo explicar.
Como padre debo agradecer a Yapo la posibilidad de estar en teletrabajo y de por sí la flexibilidad que esto conlleva, también la versatilidad de todos para funcionar rápidamente y de manera eficaz. Siento que he gozado de momentos que en otra situación iban a ser imposibles de vivir. Gracias a eso, no me he perdido ningún momento del crecimiento de Santi y creo que como muchos otros papás aquí en Yapo me encontraran la razón y se agradece.
Para mí el día del padre había perdido sentido al no tener a mi viejo, pero me llena de alegría que Santi en algún momento me dirá “feliz día papá”.
Les envió un gran abrazo a todos los que son padres en Yapo, sin antes mencionar la labor de todos en conjuntos para que esto pueda salir adelante, ¡gracias a todos 😊!
Mati Tapia