Ya hemos hablado bastante de los cambios de hábito de los consumidores que se han visto intensificados en estos últimos dos años por la pandemia, y su valoración hacia las marcas y sus productos, dependiendo de su propósito, convicción y conexión con sus emociones.

Es así como ha ganado mucho valor el humanizar las marcas y lograr que estas empaticen con las personas, para hacerla más cercana y provocar una identificación del consumidor con ella, marcando así una diferencia importante frente a la competencia. Desde aquí ha nacido el concepto de Human Brands.

Tal como lo explica el docente de la carrera de Publicidad de Duoc UC de Concepción, una Human Brand es una marca dotada de inteligencia emocional que logra conectar con las personas, “es una marca viva, que respira, con personalidad, que se interrelaciona con las personas y con otras marcas. Vive entre nosotros. Es el resultado de un proceso realizado a conciencia por especialistas que dotan de características humanizadas a entidades que hasta hace algunas décadas se creían intangibles e irreales. Hoy en día son algo con lo cual estamos acostumbrados como consumidores e incluso encontramos extraño que las grandes marcas no se comporten como uno más de nosotros”.

Y es que estas marcas al estar hechas por personas, tienen personalidad propia. Los equipos que hay detrás son la clave para construir una marca cercana, empática, inserta en la sociedad, generando comunicación desde personas, hacia personas. “El concepto de marca se diluye como un ente carente de emociones, pues, en una época donde las habilidades blandas de los profesionales cobran más relevancia que los conocimientos técnicos, el buen trato con los públicos de interés de una marca es la clave para la conversión y fidelización”, agregó el especialista.

Brandward, consultora española de marcas y branding corporativo, define en uno de sus artículos, con 5 características a las Human Brands:

  1. Se preocupan de lo que preocupa a los humanos. Los sitúan en el centro de sus decisiones.
  2. Escuchan más que hablan. Analizan la información, procesan los datos, y con ello tienen mayores fundamentos para establecer conversaciones.
  3. Hablan como humanos. Lo hacen con voz propia y en cualquier idioma, facilitando la conexión en un mundo global.
  4. Tienen y mantienen una clara personalidad, que inspira y conecta con todos aquellos a los que se dirigen.
  5. Crean conexiones emocionales. Son generosas y persiguen ayudar a su comunidad de forma coherente con lo que representan.

Así es como las marcas son más persona, dejando de pensar en números y resultados y más en quien se dirige el negocio, consiguiendo hoy consumidores más leales y con un alto índice de satisfacción. “Una estrategia de branding al 2021 no estaría completa sin un Customer Journey Map (o Mapa de Viaje del Cliente) que considere las distintas emociones del cliente y sus respectivas intervenciones en los puntos de contacto de la marca para que dichas sensaciones sean mayoritariamente positivas. Una marca humana debe ponerse en los zapatos de las personas y vivir sus dolores en carne propia antes de proponer los aliviadores”, enfatiza el experto de Duoc UC, Guillermo Pereira.

Estamos en la en plena digitalización, es verdad, pero que se vive en la era de las personas y todos nos relacionamos como tales, todos, incluidas las marcas que deben asumirlo y llegar a sus consumidores a través de estrategias que conecten con ellos a nivel emocional.

Para Pereira una vez humanizada la marca, la tarea no ha finalizado, “como cualquier proceso de branding, se trata de una estrategia que debemos mantener y cuidar en el tiempo, ya que hoy en día, inmersos en una cultura de lo instantáneo y baja fidelidad por parte de los clientes, es fácil que todos nuestros esfuerzos se vayan a la basura si no somos capaces de sostenerla en el tiempo”, finalizó.