El mercado de autos usados ha sido uno de los ganadores de esta pandemia. Su disminuida oferta por el cese de las importaciones de autos nuevos, el aumento de liquidez por los retiros del 10% y el valor que se le ha otorgado al auto en materia de seguridad por los contagios en el transporte público, ha llevado a un aumento de precios, surgiendo un fenómeno nunca antes visto, el cual se ha extendido por casi un año, y lo seguirá haciendo mientras el COVID-19 siga instalado en el mundo, sin posibilidad de levantar las restricciones sanitarias que involucran la industria automotriz.

Para nuestra gerente de Clasificados, Claudia Castro, se espera que pronto ya se vean algunos indicios de regulación, pero por el momento el mercado da señales de que la tendencia se mantiene. ‘Prevemos que una vez que se estabilice el funcionamiento y los tiempos en los puertos- que sucederá cuando mejore la situación con respecto a la pandemia- se comiencen a mostrar las primeras bajas de los precios, a medida que la oferta se empiece a estabilizar a cifras más normales. Pero -a priori- aún sigue siendo incierto el escenario y podríamos estar hablando por lo menos de un año más, para que se regularice’.

Ante este escenario y la pregunta sobre si es el minuto para vender el auto, caemos en una dicotomía, es el minuto, pero la renovación será difícil. “Se podría decir que hoy el que pestañea pierde, por lo que hay que priorizar y ser cuidadoso a la hora de tomar la decisión. El mercado nos desafía y nos dice, es un muy buen momento para vender tu auto usado, pero nada te asegura que puedas encontrar pronto uno nuevo. Una tremenda oportunidad de negocio, pero que cuenta con un claro escenario a evaluar”, recomienda la gerente.